Senderos de Pequeño Recorrido

Linares cuenta con seis senderos de pequeño recorrido (PR), con un total de 57,4 kilómetros. Su trazado permite conocer el patrimonio minero y algunos de los más bellos paisajes del término municipal. La mayoría parten de la ciudad y por lo general tienen un trazado circular. Además de senderismo, estos caminos permiten compaginar otras disciplinas como la carrera de fondo, la bicicleta de montaña o el caballo. Los senderos se agrupan en dos zonas bien definidas. La primera recorre el entorno de Arrayanes y La Cruz, mientras que la segunda zona muestra el entorno de La Tortilla y San Roque.

(Pulsa en el nombre del sendero para más información sobre el recorrido)

El sendero de Paño Pico parte del barrio de Arrayanes y sigue uno de los caminos más transitados en dirección a la mina del mismo nombre. Su perfil es prácticamente llano. Tras pasar por el pozo Acosta, donde aún se conserva la casa de máquina de extracción y la chimenea, cruza en dos ocasiones las vías del ferrocarril y del antiguo tranvía minero, hoy desaparecidos.

Una, a su paso por el pozo Restauración, y otra, antes de alcanzar el pozo San José y la central eléctrica. El tramo entre ambos pozos es coincidente con el sendero PR-A 261 “Cerro de las Mancebas” lo que permite combinar el recorrido. En el pozo Restauración, abierto entre 1844 y 1850, destaca el edificio que albergaba las cocheras y taller de locomotoras del ferrocarril minero.

En el pozo de San José, junto al camino, aún es visible el pozo conocido como Bajada de la Reina, realizado para una visita de Isabel II a la primera galería. El sendero prosigue hasta Paño Pico (vértice geodésico) y la mina La Mejicana. Desde aquí un camino entre encinas conduce a la chimenea de La Cruz, una de las más elevadas de la zona que llegó a tener una altura de cien metros (hoy tiene 57) y donde el camino vuelve a compartir trazado con el sendero del Cerro de Las Mancebas (PR-A 261). El sendero discurre junto al pozo Cadenas para ir circundando la urbanización hasta finalizar en la fundición La Cruz.

El sendero parte de la fundición La Cruz, coincidiendo con el sendero de Paño Pico. Es necesario encaminarse hacia el pozo Cadenas al que se llega tras dejar atrás el antiguo cuartel de la Guardia Civil y el lavadero de mineral Vimora. Una vez pasada la chimenea de La Cruz los senderos se separan. El itinerario gira a la izquierda y desciende con suavidad entre chaparros, junto a unas antenas de navegación aérea, desde donde se disfruta de unas bellas panorámicas. Una vez abajo se halla un cruce de caminos entre el cerro de las Mancebas y Paño Pico, próximo al pozo El Porvenir Oscuro. Es necesario tomar el camino derecho para alcanzar el collado, conectando con el sendero PR-A 262.

El camino asciende y deja a un lado y a otro el pozo Zulueta, el pozo de San Ignacio y el lavadero de mineral de Arrayanes, así como las vistas del valle de Las Lagunas. En el lavadero es necesario separarse del sendero 262 para continuar por una rampa hasta alcanzar el pozo de San José y la central eléctrica, donde el trazado coincide de nuevo con el sendero de Paño Pico hasta el pozo Restauración, en el que se separan siguiendo esta vez la Vía Verde. A unos cien metros, esta se bifurca.

Por la izquierda se llega a la carretera de la fundición La Cruz. Hay que seguir veinte metros adelante hasta tomar un carril a la izquierda, junto a unas ruinas, que lleva al aeródromo. Al final se halla la urbanización La Cruz.

El sendero parte del complejo deportivo de La Garza y se adentra en el fértil valle de Las Lagunas. Conduce hasta el collado que forman el cerro de las Mancebas y el cerro Paño Pico a través de un recorrido transversal que ofrece una magnífica panorámica de este paraje, rodeado de restos mineros donde destacan las esbeltas chimeneas.

En el cruce del collado el camino conecta con el sendero Cerro de las Mancebas, PR-A 261, ascendiendo conjuntamente para disfrutar de las vistas del valle. Los pasos del senderista dejan atrás el pozo Zulueta, el pozo San Ignacio y el lavadero de mineral de Arrayanes, fin del tramo común. Al lavadero se llega descendiendo a la izquierda, en un cruce, por un camino erosionado desde donde una antigua línea desmantelada del ferrocarril minero lo conecta con la cuesta del Mimbre.

Este lugar a su vez concluye en un corto tramo común con el PR-A 263 que enlaza Linares, desde el santuario de la Virgen de Linarejos, con la mina del Mimbre. Descendiendo por la pista hasta el mismo valle el sendero retorna sin dificultad al complejo deportivo de La Garza.

Su inicio se sitúa en el santuario de la Virgen de Linarejos y continúa por la vía del antiguo ferrocarril Linares-Los Salidos que entre olivos conduce a la fundición San Luis. Después de rebasar la fundición se abandona la vía y a la derecha es necesario tomar un carril que tiene como referencia, a cincuenta metros, una casa en ruinas con tres eucaliptos. Tras una curva a la izquierda el carril está ocupado por un olivar que no impide el paso. Es necesario seguir a la derecha hasta alcanzar el trazado de la antigua vía del tranvía a las minas, que une la fundición La Cruz con el pozo 4 y Linares. Este lugar es conocido como Cristo del Valle.

A veinte metros a la izquierda, al otro lado de la vía, se encuentra una vieja caseta en ruinas con rocas amontonadas a su lado taponando y ocultando un viejo camino que descienden hasta el pozo El Calvario, rodeado de vegetación y donde impresiona la cabria y la chimenea. El sendero se interna a través de un estrecho camino hasta la mina del Mimbre, donde hay que evitar los hundimientos. Más adelante, el sendero conecta con la cuesta del Mimbre y el sendero de La Garza, PR-A 262.

Es necesario superar este tramo común hasta una curva cerrada antes de culminar la cuesta, donde el PR-A 262 se separa a la derecha para dirigirse al lavadero de mineral de Arrayanes. Hay que seguir en dirección sur hasta dos casas grandes en ruinas donde abandonamos la pista para seguir al frente por el camino que conduce al pozo de San Vicente, el más profundo del distrito. El sendero vuelve a tomar la Vía Verde, próximo a la fundición de San Luis. Una pista ancha al otro lado de la vía nos devolverá al santuario de Linarejos.

Una imponente chimenea, ubicada en la Urbanización de San Roque, da la bienvenida a este sendero que se inicia en un desvío a la izquierda a 250 metros. Descendiendo suavemente por este camino se encuentra la mina de La Gitana. Continuaremos hasta llegar al pozo de Las Ánimas, disfrutando de un paraje salpicado de antiguos restos propios del laboreo minero, calicatas y pequeñas explotaciones. En el pozo de las Ánimas, con su singular cabria de mampostería, se puede contemplar el paisaje de Cerro Hueco, donde descansan los vestigios de minas como Las Encantadoras, Papá, Santo Rostro o El Nene.

Dejando a la derecha el camino que conduce a las Minas de Adaro, se llega hasta la Mina de San Isidro o La Comercial. Tras rebasar una pequeña vaguada el camino vuelve a ascender. Al inicio de esta cuesta, conocida como cuesta de las monjas, un desvío a la derecha nos lleva al pozo San Francisco 2ª, abandonando antes el cruce que antaño conducía a la concesión de “El Macho y La Cabra”. Bajo su cabria metálica podremos hacer un alto en el camino para disfrutar de unas magníficas vistas del paraje de Cerro Hueco y los vestigios de Santa Teresa y San Isidro.

De vuelta al sendero, al final de la cuesta de las monjas, llegaremos a la puerta principal de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos y saldremos por un camino asfaltado, que se abandona en el próximo cruce, para tomar a la izquierda el Camino de Siles. En este punto se puede optar por volver a Linares, enganchando con el sendero PR-265 ( Fundición de La Tortilla), o proseguir el sendero visitando el pozo de San Adriano, la Vía Verde o el desvío hacia Los Quinientos hasta llegar de nuevo a la chimenea que preside la Urbanización de San Roque.

El sendero discurre por el camino de La Tortilla, muy transitado por los vecinos de la ciudad. A dos kilómetros se encuentra la fundición, una encrucijada de caminos y numerosas construcciones en ruinas denotan su importancia en el pasado minero de Linares.

Después de pasar por delante de una alpechinera y bajo un antiguo puente de ferrocarril minero, el sendero asciende por la pedregosa cuesta de San Pedro hasta Cañada Incosa. A partir de este punto hay que proseguir a la derecha por un tramo que presenta, hacia el oeste, magníficas vistas de la población de Baños de la Encina.

Después de 1,4 kilómetros se conecta con la carretera y por una escalinata de madera se toma la Vía Verde hasta llegar a un cruce (conexión con el sendero de la mina La Gitana PR-A 264) para pasar por la planta de tratamiento de residuos sólidos y continuar por el antiguo camino empedrado de Siles que conducirá de vuelta a Linares, punto de partida de todos los pequeños recorridos por la cuenca minera

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